Quién es Pablo Laurta, el uruguayo acusado de asesinar a su expareja y a su exsuegra y secuestrar a su hijo

Empresario autoproclamado, con estudios en el exterior y un discurso misógino radicalizado en redes, Pablo Laurta fue detenido tras el doble femicidio de Luna Giardina y Mariel Zamudio. La violencia que había ejercido contra su expareja y la disputa por su hijo ya habían sido denunciadas.

El caso que conmociona a Córdoba y al país tiene como principal acusado a Pablo Laurta, un hombre uruguayo de 36 años, que era intensamente buscado tras asesinar a su expareja, Luna Giardina (24), y a su exsuegra, Mariel Zamudio, y secuestrar a su hijo de 5 años, Pedro. Fue detenido este domingo en Entre Ríos, donde la policía logró rescatar al niño sano y salvo tras un amplio operativo de búsqueda.

Laurta se presentaba en sus redes sociales como “empresario y académico”, pero su actividad digital mostraba un perfil muy distinto: un militante activo de la misoginia en línea, vinculado a la comunidad “Varones Unidos”, un sitio que promueve teorías antifeministas y discursos de odio contra las mujeres.

En sus perfiles, afirmaba ser director de la empresa VContenidos y haber cursado estudios en la Universidad ORT de Uruguay, con posgrados en el Corporate Finance Institute (CFI) y el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Sin embargo, su discurso público giraba en torno a una ideología de odio hacia el feminismo, la defensa de hombres acusados de violencia y el rechazo a las políticas de género.

Entre sus publicaciones más recientes, Laurta había escrito: “La mera condición de ser hombre es suficiente para ser culpable ante la justicia feminista”. También difundía mensajes en apoyo a Donald Trump y al actor Johnny Depp, a quien consideraba “víctima del feminismo radical”.

Antecedentes de violencia y control

La relación con Luna Giardina había estado marcada por los abusos y el control. Según la denuncia judicial, intentó ahorcarla en Montevideo hace tres años, lo que llevó a que la joven escapara a Córdoba junto a su hijo para protegerse. La justicia le había otorgado un botón antipánico, que lamentablemente no alcanzó a usar el día del crimen.

Desde entonces, Laurta desplegó una campaña de persecución virtual y mediática, en la que se presentaba como un padre “privado de su hijo” por una supuesta “justicia feminista corrupta”. Su último posteo en la red social X fue un extenso texto titulado “Cómo la justicia feminista de Córdoba mantiene a un niño secuestrado en Argentina”, en referencia directa a su disputa por la tenencia.

Un discurso que anticipaba la tragedia

Para los investigadores, su radicalización digital fue clave para entender el contexto del doble femicidio. El sitio “Varones Unidos”, del que era participante activo, publicó durante meses una serie de artículos que lo mostraban como una “víctima” y a Luna Giardina como una “acosadora psicópata”.

Ese discurso de odio, amplificado en redes, terminó validando la violencia que Laurta ejerció y que culminó en el asesinato de dos mujeres. La policía argentina cree que intentó fugarse a Uruguay tras el crimen, lo que llevó a un alerta internacional de Interpol y al despliegue de un operativo binacional.

El caso reaviva el debate sobre la conexión entre la misoginia online y la violencia física, y pone bajo la lupa a las plataformas que fomentan la impunidad de agresores bajo el disfraz de “defensa de los varones”.